La gestión de activos (asset management) es un pilar fundamental dentro del campo financiero, enfocándose en la administración estratégica de activos financieros con el objetivo de optimizar su rendimiento y minimizar los riesgos. Los gestores de activos desempeñan un papel crucial en la asignación eficiente de recursos en carteras de inversión, adaptándose a las condiciones del mercado financiero y a las expectativas de los clientes externos.
La creciente complejidad del entorno financiero, impulsada por la globalización y la evolución de las clases de activos, exige que los asset managers posean una combinación de habilidades que incluyen el análisis financiero, la evaluación del riesgo y la capacidad de adaptación a las tendencias del mercado.
Además, la gestión de activos no solo abarca la inversión en activos inmobiliarios y activos digitales, sino también la optimización de activos empresariales, el cumplimiento de normativas y la planificación estratégica para garantizar la estabilidad del patrimonio financiero.