Si estás buscando tu primer empleo, es posible que hayas oído hablar del contrato en prácticas o contrato formativo. Este tipo de contrato es una opción muy común para jóvenes como tú, que quieren adquirir experiencia laboral mientras continúan aprendiendo y desarrollándose profesionalmente. Pero ¿qué significa realmente y cómo puede ayudarte en tu búsqueda de empleo? ¿Es exactamente lo mismo? ¡Vamos a desentrañarlo!
Cambios en la denominación de los contratos: ¡Lo que debes Saber!
¿Has escuchado que ha habido cambios en la forma en que se llaman los contratos en prácticas? ¡Es cierto! Con la última reforma laboral en España, se han realizado ajustes importantes en los tipos de contratos que puedes encontrar. Esta reforma no solo toca temas de contratación, sino que también busca simplificar y mejorar las condiciones laborales.
Uno de los cambios más destacados es la fusión del contrato en prácticas y el contrato de formación y aprendizaje. Esto significa que ahora ambos se agrupan bajo nuevas denominaciones. Por un lado, el conocido contrato de formación y aprendizaje (CFYA) será transformado en lo que ahora se llama ‘Contrato de Formación en Alternancia de Trabajo y Formación’. Por otro lado, el ‘contrato en prácticas’ pasará a ser conocido como el ‘Contrato Destinado a Adquirir una Práctica Profesional’.
Estos cambios tienen como objetivo hacer más clara la diferencia entre las modalidades de contratación, así que si estás buscando oportunidades, es bueno que tengas esto en mente. ¡Mantente informado y aprovecha al máximo tu experiencia laboral!
¿Qué es un contrato en prácticas?
En cualquier caso, un contrato en prácticas es una modalidad de contratación diseñada especialmente para personas que están comenzando su carrera profesional. Es una excelente manera de obtener experiencia en el mundo laboral sin necesidad de tener años de trayectoria previa. Este tipo de contrato te permite trabajar en una empresa, poner en práctica lo aprendido en tus estudios y, al mismo tiempo, recibir formación adicional.
A diferencia de otros tipos de vinculación, el contrato en prácticas tiene una duración limitada (por lo general entre 6 meses y 2 años) y está orientado a la formación. El salario que se ofrece puede variar dependiendo de la empresa, pero lo más importante es que tendrás la oportunidad de aprender y adquirir las habilidades necesarias para dar el siguiente paso en tu carrera profesional.
¿Qué diferencia hay entre un contrato en prácticas y un contrato formativo?
A menudo, se confundían los términos contrato en prácticas y contrato formativo. Sin embargo, aunque ambos ofrecen formación y desarrollo, existían algunas diferencias clave.
- Contrato en prácticas: está destinado a personas que han finalizado sus estudios y quieren comenzar su andadura profesional. El objetivo principal es que adquieras experiencia en un entorno laboral mientras sigues aprendiendo.
- Contrato formativo: este tipo de contrato se enfoca más en combinar el trabajo con una formación específica, ya sea a través de cursos o hitos formativos que complementen tus estudios previos. Es más flexible en cuanto a los requisitos académicos y se adapta a las necesidades de la empresa y del trabajador.
En la actualidad, ambos contratos se han fusionado. Si te estás preguntando qué es exactamente un ‘contrato en prácticas’ o ‘contrato formativo’, aquí te lo contamos. Este tipo de contrato, que antes simplemente se conocía como contrato en prácticas, está diseñado especialmente para ayudar a los recién graduados o a quienes han completado una formación a ganar la experiencia necesaria para especializarse en su campo laboral.
Es importante no confundir el contrato en prácticas con un convenio de prácticas o las becas. A diferencia de los becarios, que no son considerados trabajadores porque no tienen un contrato formal, un salario fijo o un horario definido, el contrato en prácticas sí establece una relación laboral. En este último caso, hay un acuerdo entre tres partes: la universidad o centro formativo, la empresa y el practicante.
El contrato en prácticas es ideal si ya has tenido algunas experiencias como becario, pero aún no te sientes listo para un puesto junior. Cuando te contratan bajo este tipo de contrato, te conviertes en parte del equipo como un trabajador más.
Tipos de contratos en prácticas o contratos Formativos
Si alguna vez te has preguntado cuáles son los diferentes tipos de contrato en prácticas o contrato formativo, estás en el lugar indicado. En realidad, existen dos modalidades principales que vale la pena conocer:
- Contrato de formación en alternancia
- Contrato para la práctica profesional
Ahora, vamos a profundizar un poco más en cada uno de estos tipos de contrato para que tengas una idea clara de lo que implican.
¿Qué es el Contrato de Formación en Alternancia?
Este tipo de contrato es relativamente nuevo, ya que empezó a aplicarse en 2022, sustituyendo al antiguo contrato de formación y aprendizaje. La propuesta detrás del contrato de formación en alternancia es bastante interesante: busca combinar trabajo remunerado con formación académica en áreas como la educación profesional, estudios universitarios o especialidades del Catálogo de formación del Sistema Nacional de Empleo.
¿Por qué optar por un contrato en prácticas en lugar de otro tipo de contrato temporal? Esta nueva legislación ha traído cambios significativos en el artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores, lo que lleva a una serie de modificaciones en las características de lo que antes conocíamos como contrato de formación y aprendizaje. Ahora, al llamarse "Contrato de Formación en Alternancia", se abre una puerta a nuevas oportunidades que pueden resultar muy atractivas tanto para las empresas como para los jóvenes talentos.
Así que, si estás considerando la opción de un contrato en prácticas o contrato formativo, ahora ya sabes un poco más sobre las alternativas disponibles. ¡Sigue explorando y descubre cómo esto puede ser un gran paso en tu carrera!
La Reforma Laboral ha traído consigo nuevas oportunidades para los jóvenes que buscan adentrarse en el mundo laboral. Una de las opciones más interesantes es este contrato de formación en alternancia, que permite a los jóvenes combinar su formación académica con la experiencia práctica en una empresa. Pero ¿quiénes pueden acceder a este tipo de contrato? Aquí te lo contamos.
Para poder firmar un contrato de formación en alternancia, es necesario cumplir con ciertos requisitos. Primero, debes ser menor de 30 años si deseas inscribirte en el Catálogo de Especialidades. Sin embargo, si tienes una discapacidad reconocida, este límite de edad no se aplica, lo que abre las puertas a más oportunidades.
Otro aspecto importante es que no debes contar con una titulación oficial que esté relacionada con el puesto que deseas ocupar. Además, si ya has tenido un contrato de formación en el mismo nivel y en el mismo sector, no podrás optar nuevamente a este tipo de contrato.
Por último, es fundamental tener en cuenta que, si has trabajado en la misma empresa en un puesto similar durante más de 6 meses, no podrás acceder a un contrato de formación en alternancia, sin importar el tipo de contrato que hayas tenido anteriormente.
Este contrato es una gran oportunidad para adquirir experiencia y habilidades que te ayudarán en tu futuro profesional.
Características del contrato para la práctica profesional
Si estás pensando en dar tus primeros pasos en el mundo laboral, es probable que hayas oído hablar del contrato para la práctica profesional. Pero ¿qué lo hace tan especial? Vamos a desglosar sus características más importantes para que puedas entenderlo mejor.
Según el artículo 11.3.a) del Estatuto de los Trabajadores, el objetivo principal de este contrato es que los jóvenes adquieran la experiencia profesional necesaria que se alinee con su nivel de estudios o formación.
Esto significa que, a través de este tipo de contrato, podrás desarrollar las habilidades y competencias que te ayudarán a desempeñar el trabajo relacionado con tu título académico.
En otras palabras, el contrato para la práctica profesional no solo te brinda la oportunidad de trabajar, sino que también te permite poner en práctica lo que has aprendido en tus estudios. Es una forma ideal de prepararte para el futuro y de hacer que tu currículum destaque en un mercado laboral cada vez más competitivo.
Si estás listo para comenzar tu aventura profesional, considera la opción de un contrato para la práctica profesional.
Si estás interesado en optar por un contrato de práctica profesional, es importante que conozcas los requisitos que debes cumplir. Este tipo de contrato está diseñado para aquellos que ya han completado ciertos niveles de formación, así que aquí te explicamos qué necesitas tener.
Para poder ser incorporado bajo este contrato, es fundamental contar con un título universitario, un título de grado medio o superior, o incluso un máster profesional. También se aceptan certificados del sistema de formación profesional, así como títulos equivalentes de enseñanzas artísticas o deportivas que te capaciten para realizar la actividad laboral que deseas desempeñar.
Beneficios de un contrato en prácticas o formativo para tu primer empleo
- Experiencia laboral real: aunque quizás no tengas mucha experiencia, este contrato te permitirá adentrarte en el día a día de una empresa y poner en práctica lo aprendido. Es una oportunidad de aprender directamente de los profesionales del sector.
- Red de contactos: al trabajar en una empresa, conocerás a personas de tu industria que pueden ayudarte a construir una red de contactos valiosa para futuras oportunidades laborales.
- Posibilidades de contratación: muchas veces, los contratos en prácticas son la puerta de entrada a un empleo estable. Las empresas prefieren contratar a personas que ya conocen su forma de trabajar y que han demostrado su capacidad en el entorno laboral.
- Mejora tu CV: tener un contrato en prácticas en tu currículum es una excelente forma de destacarte frente a otros candidatos que no tienen experiencia. Los empleadores valoran mucho la iniciativa y la experiencia práctica.
Consejos para aprovechar al máximo tu contrato en prácticas o formativo
Si te decides por un contrato en prácticas, es importante que aproveches al máximo esta oportunidad para crecer profesionalmente. Aquí tienes algunos consejos:
- Sé proactivo: no te limites solo a lo que te piden. Si tienes ideas o dudas, no dudes en compartirlas con tu equipo.
- Aprende de cada tarea: cada experiencia es valiosa. Si bien algunas tareas pueden parecer más sencillas o repetitivas, todas te enseñarán algo.
- Establece metas: habla con tu supervisor sobre lo que esperas aprender y establece objetivos claros para que puedas medir tu progreso.
De todo ello se desprende que un contrato en prácticas es una excelente opción para dar el primer paso en tu carrera profesional. No solo te permitirá obtener experiencia laboral, sino también mejorar tu perfil y aumentar tus oportunidades de ser contratado de forma permanente.
Si estás buscando tu primer empleo, no dudes en considerar esta modalidad de contrato en prácticas o formativo, ya que es una puerta de entrada a un futuro lleno de posibilidades. ¡El primer paso siempre es el más importante!